Cuando realizamos el cambio de lámpara de un proyector, éste tiene entre 2.000 y 4.000 horas de uso. Si bien la operación principal la puede realizar el usuario, todas esas horas de funcionamiento han afectado a otras piezas del conjunto. Así, no es raro que un proyector tras un cambio de lámpara, al tener de nuevo ésta toda la potencia original (y la disipación de calor que ello conlleva) se estropee o proteja por temperatura al no poder evacuarla correctamente, o bien reste mucho tiempo de vida a la nueva lámpara.
Sustitución de la lámpara de proyección
En ocasiones, la lámpara de un proyector es difícil de encontrar o resulta desproporcionadamente cara respecto al valor actual del proyector. Dado que ésta consta de una carcasa con filtros, lentes, reflectores y hasta en ocasiones ventilador que alberga una bombilla UHT (Ultra High Temperature), se puede aprovechar todo ese conjunto de piezas y localizar la bombilla en sí que suele pertenecer a algún conocido fabricante (Philips, Osram, Sylvania, etc) y sustituirla. Es una labor mucho más complicada y delicada que un simple cambio de todo el conjunto ensamblado, pero en cada caso hay que analizar qué opción es mejor y en cualquiera de ellos ofrecemos una solución.
Reparación y limpieza del proyector
En Home Cinema SAT incluimos en el precio de la lámpara una limpieza exhaustiva de filtros, conductos, engrase de ventiladores, repaso del sensor de temperatura, etc. Para ello tenemos aceites especiales para lubricación de los delicados motores de ventilador y compresor de aire a 8 atmósferas para no dejar el más mínimo rastro de suciedad.
